8 de enero de 2013


El primer amor de tu vida debes ser tú mismo, enamórate primero de ti, de lo que eres, de lo que sueñas, de lo que temes y de lo que crees y después haz que todas esas cosas se enamoren de ti. Llévale flores a tus sueños más queridos,  ve y visita tus anhelos como a gárgolas y cree convencido que de noche se despiertan. Así, con paciencia, Cuando tú y lo que eres estén perdidamente enamorados el uno del otro, vivir será un poco menos insípido.