18 de abril de 2010

susurro

Si de verdad pudiéramos encontrar algún signo de armonía entre la enorme cantidad de subjetividades, entre la infinidad de egoísmos, de anhelos y de lágrimas, y las derramáramos todas en una sola laguna de color azul; todo seria un poco menos estúpido

LA ULTIMA PUNALADA AL VACIO DEL AMOR CON LOS OJOS VENDADOS QUE SE SIENTE PERDIDO (NO COMO UN NAUFRAGO, PERDIDO COMO UNA BALA PERDIDA)

El misterio tras el blancuzco desdibujado rostro de la mujer que en tu mente contemplas y la sensación de timidez que percatas, el lento imperceptible movimiento de su cabello y su voz que seduce tus ojos, el coqueto brillo de su cuerpo y de su vientre, el metafórico descenso y desaparición del amor carnal y su cara oculta por lúcidas sombras que te encandilan, la ternura que te roba una sonrisa, el viso de sus ojos y su boca que inocentemente imaginas, el orgasmo mas puro y menos sexual que nunca experimentaste justo en el vientre de tu corazón y el alegórico clímax que te devuelve a tu realidad. –Hola- te dice ella. Ella no existe, no le respondas.